09 junio 2009

El Duende que le tome la Mano

Por: Eulogio Soto Mahe
Grupo Alarma de Investigación Paranormal

INVESTIGACIONES ESPECIALES
Poza Rica de Hidalgo,Veracruz.- Son diversos los testimonios que los hombres de campo aportan en cuestión de experiencias sobrenaturales con seres elementales llamados simplemente Duendes y que aparte de realizar travesuras pueden en determinado momento entregar un gran tesoro.Las historias y leyendas de estos seres están desapareciendo debido a la invasión de la mancha urbana hacia el campo lo que origina que tanto los duendes del monte como los del agua emigren ante la perdida de su hábitat hacia otros sitios donde la naturaleza aun reúna sus características propias.Don Tomas a caballo recorria el campo.
Tomas Hernández oriundo del estado de Veracruz quien se desempeñaba como vaquero en una finca ganadera narra por primera vez una experiencia que le hizo cambiar su forma de actuar y pensar después de tener un encuentro cercano con uno de estos seres en una noche fría y lluviosa.
Su rutina nos dice empezaba a las cinco de la mañana hora en que empezaba a ordeñar las vacas, preparar los cantaros y trasladarlos para su distribución después recorrer los pastizales atrás del ganado hasta que por la tarde encerrarlos en los corrales ya por la noche Tomas nos confiesa acudía al pueblo para tomarse unas cervezas bien frías para el calor cosa común en esos hermosos municipios jarochos.
El rio Cazones por donde cruzaba Tomas a caballo.

Esto ya era habitual en el pues el tomar alcohol se hizo enfermedad por lo que ya generaba un problema para su esposa y pequeño hijo llamado Tomasito quienes a medida que avanzaba la noche pensaban que algo malo le ocurriera a Tomas pues su traslado lo hacia a caballo.
El tiempo paso hasta que un sábado día de cobro tomas se preparo para su juerga rutinaria y en punto de las nueve de la noche partió a lomos de su caballo con rumbo al pueblo esa noche fue nos dice: que, algo flotaba en el ambiente se percibía pero el en el estado en que venia no alcanzaba a comprender que era.

Eulogio Soto con sus muchachos de Grupo Alarma

Cruce el rio Cazones sentía que el viento silbaba la noche empezó a enfriar y una lluvia ligerita empezó a caer yo no iba preparado así que empecé a temblar sentía mucho frio pero debo confesar que le di poca importancia estos cambios no son comunes pero así se dieron empecé a acercarme al portón de entrada a la finca el caballo daba muestras de nerviosismo.
Ya casi estaba para llegar y abrir el portón de madera cuando el noble bruto empezó a retroceder relinchando sus patas hasta sacaban chispas de las piedras yo desmonte al verlo en ese estado y sujetándolo por las riendas logre controlarlo así logre abrir la puerta fue en ese momento en que el caballo como bólido entro al corral dejándome en el suelo por el tirón.
La entrada al rancho donde Tomas se topo con el Duende que le tomo la mano.

Al ponerme de pie descubrí que a un lado del pesado portón estaba mi hijo Tomasito quien sin decir nada solo me observaba en ese momento estalle de ira y con amenazas e insultos lo tome de la mano y lo conduje a la pequeña casita de tarros al llegar a ella lo solté para increpar a mi esposa por lo que consideraba yo un gran descuido que pudiera generar un riesgo para el niño.En eso escuche la voz temblorosa de mi esposa quien adormilada me aseguraba que Tomasito seencontraba dormido en el catre yo le decía que no y al abrir la puerta de la humilde casa con sorpresa descubrí que el niño estaba bien dormidito y con miedo Salí entonces a ver a quien había traído yo de la mano pero lo que fuera ya no se encontraba.Se les conoce con diversos nombres lo cierto es que son Duendes.

Tres días me pase con fiebre y diarrea y con la mente confusa por este motivo y casi puedo asegurar que este acontecimiento me hizo reflexionar y casi puedo asegurar que lo que tome de la mano fue un Duende de los bosques pero que, gracias a este desde esa fecha deje de tomar alcohol y volví a retomar el amor hacia mi familia aunque se los confieso hay ocasiones que veo a mi hijo jugar en el monte y me da algo de temor al pensar que se me volviera a manifestar ese ser en algún momento en la figura de mi hijo Tomasito.