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Dibujos: Luís Chávez Peón
Colaboración: Adán y Jesús Beltrán
Coordinación: Guillermo Mendizábal Lizalde
Adaptación al Internet: Rafael Oseguera Reyes
ARTICULOS ENIGMATICOS
El territorio mexicano encierra más misterios de los que puedan imaginar arqueólogos, antropólogos u otros investigadores calificados; cuando campesinos y lugareños aseguran haber visto fenómenos celestes extraordinarios o de OVNIS sobrevolando regiones de Veracruz, Puebla u Oaxaca, es posible que se estén repitiendo insólitos episodios que han ocurrido anteriormente. Pero, ¿Por qué decimos esto?
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Sabemos que de acuerdo a las mitologías mesoamericanas, había cuatro soles o eras que precedieron a la actual, y que todas ellas terminaron siendo arrasadas por terribles cataclismos que, sin embargo permitieron sucesivas renovaciones de la humanidad.
El quinto sol, edad en la que los aztecas suponían estar viviendo, fue también el de la llegada de los españoles a suelo mexicano, suceso del que este y otros pueblos prehispánicos ya sabían con gran anticipación.
El quinto sol, edad en la que los aztecas suponían estar viviendo, fue también el de la llegada de los españoles a suelo mexicano, suceso del que este y otros pueblos prehispánicos ya sabían con gran anticipación.
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Pero era esta la única vez que aparecían los dioses para asistir a la humanidad en épocas de peligro inminente; ya en otras eras (primera edad o sol del tigre) los hombres estuvieron a punto de desaparecer a manos de enemigos como los Quinemetlzin o gigantes sanguinarios, pero fueron salvados por los dioses jaguares llegados de las estrellas, quienes al igual que en el pasaje bíblico del génesis, se enamoraron de las mujeres terrestres y cohabitaron con ellas engendrando una nueva generación de hombres versados en todas las ciencias, mismos que llegarían a ser conocidos generalmente como “Olmecas”, uno de los pueblos mas sabios y misteriosos de América.
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¿Quiénes eran realmente estos “dioses”? ¿Personajes ficticios o seres extraterrestres que descendieron a la tierra en avanzados vehículos para reestructurar a un mundo arruinado y además asesorar a los escasos sobrevivientes?
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Si aceptamos aun provisionalmente este planteamiento, puede deducirse entonces que los dioses, no solo de la mitología americana, sino también del viejo mundo, podrían haber sido seres superiores que arribaron a nuestro planeta con una misión especial…
Los maravillosos conocimientos que hablan las viejas crónicas no fueron privativos de los olmecas; y la bellísima ciudad capital del valle de México, Tenochtitlan, se alzaba hacia 1519 como una metrópoli de no menos 300 mil habitantes y cuatro grandes sectores. Sin embargo, algo preocupaba a sus orgullosos habitantes: ¡El regreso del señor Quetzalcoatl, y con ello el principio del fin! Empero, ¿Qué motivos había para esta preocupación? Bueno 1519 no era un año como cualquier otro; en el calendario azteca, el año uno-caña (en el que había prometido regresar Quetzalcoatl) se repetía cíclicamente a intervalos regulares de 52 años.
Los maravillosos conocimientos que hablan las viejas crónicas no fueron privativos de los olmecas; y la bellísima ciudad capital del valle de México, Tenochtitlan, se alzaba hacia 1519 como una metrópoli de no menos 300 mil habitantes y cuatro grandes sectores. Sin embargo, algo preocupaba a sus orgullosos habitantes: ¡El regreso del señor Quetzalcoatl, y con ello el principio del fin! Empero, ¿Qué motivos había para esta preocupación? Bueno 1519 no era un año como cualquier otro; en el calendario azteca, el año uno-caña (en el que había prometido regresar Quetzalcoatl) se repetía cíclicamente a intervalos regulares de 52 años.
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Con gran expectación, los vigías apostados frente a las costas del golfo observaban ansiosamente el horizonte. Ahora bien, con tales antecedentes, ¿Por qué estaban tan seguros los aztecas de que ese año precisamente regresaría Quetzalcoatl?
De acuerdo a cronistas serios y dignos de crédito, como Clavijero, Torquemada y Muñoz Camargo, una serie de fenómenos inexplicables comenzaron a suceder en el imperio azteca con meses y años de anticipación. En efecto un lago cuyas aguas salobres habían permanecido quietas e imperturbables, ahora se calentaban y alzaban de tal suerte que sin viento, tormenta, ni terremoto, levantando tan grandes olas en el agua llego a bañar a más de la mitad de las casas de México, y muchas de ellas se cayeron o hundieron.
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Narra el códice florentino que Huitzilopochtli puso entonces fuego a la serpiente de Teas llamada Xiuhcoatl, con la que hizo pedazos a la Coyolxauhqui. Y a continuación persiguió a los surianos acosándolos como a conejos, que nada pudieron hacer contra el Huitzilopochtli los destrozo, los aniquilo… solo unos cuantos pudieron escapar a su presencia. Obviamente ninguna lanza, flecha o arma de las conocidas en la antigüedad podría haber permitido a un solo hombre vencer a todo un ejército. ¿No suena todo esto como la aplicación bélica de un moderno rayo láser?
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Resulta extraño que los astrónomos de un pueblo tan preclaro fueran incapaces de detectar con la suficiente anticipación un cuerpo tan aparente como lo es un cometa. Quizás las profecías se estaban cumpliendo y los dioses regresaban, pero a bordo de sus portentosas naves voladoras que poco antes de la llegada de los conquistadores españoles, “descendieron dioses celestes que obraron prodigios, como el de haber abierto un camino brillante en el cielo”, o el paso de grandes “anillos de luz”, que fueron vistos por el ultimo soberano inca cruzando entre las remotas planicies de Nazca y Marcahuasi.
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ENIGMAS DE LOS ANTIGUOS MEXICANOS; E.C. BRASSEUR DE BOURBURG
MONTEZUMA, LORD OF THE AZTECS; C. ARTHUR BURLAND
MISTERIOS SAGRADOS DEL ANAHUAC; AUGUSTUS LE PLONGEON
FUENTE:
REVISTA DUDA
AÑO XI No. 589
13 de Octubre de 1982
Editorial Posada ®
México
3 comentarios:
Para mayor información lean el libro "La visión de los vencidos" de Miguel Leon Portilla
pos yo no se k chingao es eso de las lucez celestes
Es todo un hecho este articulo.
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