La Carreta del Averno

LA CARRETA DEL AVERNO UNA EXPERIENCIA PARANORMAL ATERRADORA EN IZMIQUILPAN, HIDALGO.

Por: Eulogio Soto Mahe
Grupo Alarma de Investigación Paranormal

REPORTAJES ESPECIALES
Izmiquilpan, Hidalgo.- Nadie sabe en que momento puede sufrir alguna experiencia sobrenatural ya que muchos de los casos por lo regular sucede cuando las personas andan en estado inconveniente y esto ocasiona desequilibrios emocionales para ellos y sus familiares máxime si lo mantienen en secreto y no buscan ayuda de profesionales en la materia.

"-Ha pasado mucho tiempo y aun no logro descubrir que fue lo que ocurrió esa noche próxima a la celebración de los fieles difuntos en que, en compañía de unos amigos disfrutábamos de unas cervezas en las afueras del pueblo por cierto muy apacible en esos tiempos-". Así inicia su narración el señor Anastasio Pérez. "...la noche era hermosa, la luz de la luna era plena que, perfectamente se veía a cien metros de distancia y al calor de las copas y la música que, era por cierto de tríos nos daba una sensación de romanticismo y a nadie molestábamos pues el lugar se encuentra fuera de la mancha urbana prácticamente en despoblado. Eran las once de la noche el tiempo había trascurrido sin sentir ese 30 de octubre de 1987." - agrego el señor Anastasio Pérez - "ya casi estábamos despidiéndonos cuando escuchamos un trotar de caballos jalando un carruaje nosotros nos quedamos viendo unos a otros éramos cinco jóvenes y puedo asegurar que no nos dio miedo. Fue hasta que la carreta se detuvo a un lado de nosotros cuando un hombre que tiraba de las riendas de aspecto bonachón y que se veía muy amable nos invito a subir para dar un paseo no tuvimos desconfianza alguna y en cuestión de segundos estábamos ya acomodados en el carromato".

Don Anastasio nos relato su macabra experiencia.

"- Así fue como desde el interior escuchamos los gritos del conductor a las bestias que dando resoplidos empezaron a galopar nosotros no veíamos nada por el bamboleo en el carruaje ya cuando este detuvo su marcha nos invito a bajar nos quedamos sorprendidos al descubrir que estábamos en el interior del panteón frente a una tumba de grandes dimensiones".

"- El hombre regordete que nunca nos dijo su nombre sonreía mientras nos decía: aquí estamos más tranquilos y les voy a invitar unos tragos de buen vino por el gusto de que, hallan aceptado acompañarme, al escuchar esto nos alegramos y la verdad que nos sentíamos en confianza".

"- Nuestro anfitrión saco del carromato unas botellas de un vino de color rojizo y con tapones de corcho a cada uno nos dio una botella pues no traía vasos esto en lo personal, me causo extrañeza pero, así bebimos y paladeamos su sabor que, era riquísimo. Nadie sabe cuando ni el porque, caímos en un sueño profundo".

Lugar donde se quedaron dormidos.

"- Al día siguiente fuimos despertados por don Agustín el panteonero quien junto a algunos familiares nuestros, nos andaban ya buscando decidiendo entrar al panteón por que sabían que por aquí nos reuníamos a tomar de vez en cuando y así fue como dieron con nosotros. Platicamos nuestra experiencia de cómo se habían dado las cosas lógico es que no, nos creyeron pero, al buscar las evidencias de las botellas que el hombre bonachón nos había dado las encontramos semiocultas bajo la loza de la vieja tumba y eran de una marca desconocida por nosotros llamada Bretón Escoses con fecha de 1863".

El Panteòn

"-Nunca supimos"- dijo don Anastasio "...- de quien es la persona que fue sepultada en esta vieja tumba y es un misterio pues el paso del tiempo borro las letras de la lapida pero suponemos que aquí yace el hombre bonachón que nos dio esa bebida que a la fecha sigue taladrando en mi cerebro y el de mis compañeros de parranda de que, fue en realidad lo que nos ocurrió esa noche. Ya que ellos como muchos paisanos emigran a otros lados en busca de mejores oportunidades y nadie guardo una botella como evidencia de nuestra experiencia en el interior del panteón de esta localidad. Hoy día el solo recordar esa experiencia me llena de terror tan solo de pensar que conviví con un alma en pena y lo que es peor accedimos a subir a su carruaje tirado por dos caballos de los cuales pienso nunca sabré que, fue lo que nos ocurrió aquella noche en vísperas del día de los fieles difuntos".

La duda quedara en la mente de don Anastasio como muchos otros sucesos que han experimentado personas que bajo el influjo del alcohol nada de lo que les sucede recuerdan al día siguiente y muchos de ellos consideran entre sus vagos recuerdos que solo se trato de un sueño. Aunque, en su mente taladre la duda de una experiencia sobrenatural vivida durante una juerga que resulta real.