22 diciembre 2011

La Terrorífica Casa de las Bombas en Salamanca, Guanajuato

Por: Eulogio Soto Mahe
Grupo Alarma de Investigación Paranormal

REPORTAJE ESPECIAL
Salamanca, Guanajuato.-
Los hechos paranormales pertenecen al mundo fenoménico, a la psique y al cuerpo del hombre, sin que esto ultimo los ligue a la patología, según la tradición Hindú pertenecen al sector de lo mental, pero la escolástica los retiene o ubica en la sensibilidad, el valor de la parasicología, estriba en su protección contra las creencias supersticiosas. Desde hace aproximadamente dos siglos, se ha venido suscitando un profundo interés por cierta clase de fenómenos físicos llamados inexplicables, que se han acomodado a la Teúrgia (Del Griego Theos, Dios y Ergo, obra) y en la antigüedad se fundaba, para establecer comunicación y trato con las deidades del paganismo, y en algunos casos al misticismo, aunque, la línea divisoria sea puramente imaginaria.

En el caso especial del Magnetismo, se ha venido confirmando la creencia en un fluido cuyos efectos físicos, y su acción sobre la materia han sido confirmados experimentalmente de manera casi habitual, así las casas encantadas, las apariciones fantasmales, y los efectos de hechicería que datan de tiempos remotos, aun siguen siendo causa de temor y respeto, incluso para los escépticos. Esto motivo que entusiastas corrientes hacia el estudio científico, de ciertos casos espectaculares e inexplicables que ocurrían, como por ejemplo; los cambios de objetos de un lugar a otro sin contacto material, estrepitosos ruidos que salían de la nada en ciertos lugares, voces en lugares solitarios, fantasmas visibles y tocables, que de repente aparecían y desaparecían.
Ventanas y puertas que se habrían y cerraban sin causa aparente, trastes que de repente se quebraban solos o se caían de las alacenas, campanillas o timbres que sonaban aunque, estuvieran sin hilos, o cables conductores eléctricos, ruidos de caídas de objetos sin que aparezcan al día siguiente y otros, aun mas desconcertantes, como el tirón de cobijas a las personas que duermen. Probablemente dentro de este contexto, este el caso que esta ocurriendo en una comunidad denominada Cuatro de Altamira, de este municipio Salmantino en donde existe una vetusta construcción que fue utilizada en los años cincuentas, como el lugar donde se instalo un equipo de bombeo de agua potable y que, se le puso por nombre” La Casa de Bombas”

La comunidad “Cuatro de Altamira” donde se percibe el miedo.

Ahí se han arraigado tres entidades: Un hombre, un niño y un perro, y esta es la historia según narro el señor Antonio Contreras, quien fue velador de este lugar hace mas de treinta años, indico que todo empezó escuchando pasos que provenían, del fondo de los cárcamos hacia las escaleras pero, eso era todo, no le causaba temor y ya hasta le eran familiares. Lo fuerte fue que una noche escucho como arañazos en la puerta y que era de un animal, así que se levanto de la cama y tomando su pistola atisbo por la rendija y vio dos ojos rojos que miraban fijamente, por lo que abrió la puerta de golpe y dice le dio dos balazos al perro, que dio un gran salto y sin emitir gruñido alguno, cayo entre los matorrales. Al clarear el día dice don Toño, que salió a buscar el cuerpo del perro pero no hallo nada, es mas ni rastro de sangre por lo que esto se le hizo extraño y así se retiro a su casa, ya por la noche al entrar a su turno: "...eran las dos de la mañana cuando escucho el llanto de un niño que provenía de el túnel que ahí se encontraba, en aquellos tiempos todavía abierto. Baje con la lámpara a ver que era y de pronto, sentí que alguien subía corriendo por las escaleras y me dio un aventón que me hizo perder el equilibrio, y sin más salí corriendo de este lugar que hasta la pistola perdí de miedo, y deje de trabajar de velador, ante las burlas de algunos amigos que no creyeron, en mi experiencia sobrenatural que ahí viví".
Misteriosos túneles y acueductos que guardan un macabro secreto.

Por su parte Don Alfredo Pérez mejor conocido como “el Tilico”, también velador de la “Casa de Bombas” experimento la misma situación, los pasos siempre se escuchaban con claridad pero, al ver tal vez que no le hacia caso, pues por las noches yo me dormía con la puerta bien cerrada, en aquellos tiempos por este lugar nadie caminaba, así que por parte de los vivos no había problemas. El fenómeno se recrudeció dice Don Alfredo, y cierta noche los aullidos del perro se escuchaban junto a la puerta, los pasos se hicieron mas estrepitosos, el llanto de un niño inundaba el lugar por lo que yo me tape hasta la cabeza pero, en esos momentos sentí un tirón y me quede sin cobija, al sentir eso me senté de golpe, y fue en ese instante que alguien me hecho una bocanada de aire helado en la nuca, ahí si me aterrorice y de un salto me puse de pie, para salir corriendo de ahí.

Don Alfredo Pérez, “el Tilico” contando su experiencia sobrenatural.
Este lugar existe, y a pesar de que el vandalismo a hecho presencia solo de día por que de noche nadie se atreve, a entrar a la “Casa de Bombas”, por una parte por que, conocen la leyenda y otra es que siguen ocurriendo los fenómenos antes descritos, que aun, los vecinos de esta comunidad prefieren bordear la construcción por temor a experimentar algo que, consideran macabro o diabólico.

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