03 septiembre 2007

Posesión y Exorcismo en Daly City, San Francisco

MISTERIOS
Los incidentes se iniciaron en la primavera de 1972. Estallaron incendios por toda la casa en que vivía un joven matrimonio católico con su hijo recién nacido, en Daly City, un suburbio al sur de San Francisco. Un crucifijo de 25 centímetros voló de la pared de un dormitorio y fue a aterrizar en una cama, cuatro metros más allá.

Otros objetos, entre ellos un cuchillo de cortar carne, danzaron peligrosamente por la casa. Como dijo el matrimonio cuya identidad no se hizo publica, a un reportero del Examiner de San Francisco, la casa parecía ocupada por “todo un ejercito de demonios”. Estaban convencidos de que el mismísimo diablo había hecho acto de presencia agrediéndolos en persona. “A menudo dejaba a uno de nosotros sin sentido de un golpe. Otras veces medio nos estrangulaba, o nos retorcía los brazos detrás de la espalda.”


Las manifestaciones continuaron, con breves respiros, durante casi dos años. Finalmente la pareja desesperada pidió ayuda al reverendo Karl Patzelt, de la iglesia de Nuestra Señora de Fátima, de San Francisco. Tras estudiar el caso, Patzelt dictamino que los aterradores incidentes eran “obra del Maligno”, interpretación que no llega a lo que la teología católica definía como posesión: el apoderamiento por el demonio del cuerpo de una persona. Patzetl califico los extraños sucesos de Daly City como un caso de “obsesión”, una perturbación diabólica de tipo menor. En este caso la victima era toda la familia, incluido el pequeño, y al igual que en los casos de posesión, decidió proceder a exorcizarlos. Entre el 19 de agosto el 8 de septiembre de 1973, Patzelt llevo a cabo 14 ceremonias de exorcismo, conforme a los dictados del *Rituale Romanun, establecido en 1614 bajo el papa Pablo V. Inmediatamente, informaba el Examiner de San Francisco, las manifestaciones de Daly City cesaron.

*Rituale Romanum.- Es un libro litúrgico que explica con todo detalle al exorcista como determinar si hay posesión y ofrece oraciones y pasajes de las Escrituras para utilizar en el exorcismo entre ellos las palabras “Yo te expulso, Espíritu impuro”.

Fuente:
Into the Unknown
Pàg. 302
© 1981 The Reader`s Digest Association, Inc.Pleasantville, N.Y. USA

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