31 octubre 2007

El Niño Pintor de Málaga

Por: Pilar López Bernués
Colaboradora de Enigma 900 en Barcelona, España

MISTERIOS INEXPLICABLES
Sólo en España, en 2006, se registraron más de 14.000 denuncias de desapariciones, y esa cifra estadística se mantiene año tras año. También es cierto que la mayoría de ellas corresponden a fugas de adolescentes, que acaban regresando a casa, o huidas voluntarias de adultos. Otro porcentaje, lamentablemente, lo ocupan personas que han sido víctimas de un secuestro y hasta un asesinato, en cuyo caso, antes o después, aparece el cadáver. Pero queda todavía un grupo que no deja rastro, que se esfuma como si se lo hubiera tragado la Tierra. Uno de esos casos es el del “Niño pintor de Málaga”.
Antes de exponer los hechos, deseo manifestar mi más profundo respeto por ese niño, sus familiares y los muchos otros que se hallan en circunstancias parecidas. Describir lo que ocurrió no está pensado para satisfacer cualquier morbo sino para que el tema se conozca, y el conocimiento compartido puede aportar más luz que oscuridad a un hecho incomprensible y no resuelto.

David Guerrero desapareció el 6 de abril de 1987, tenía trece años de edad y un talento muy notable para pintar. Como cualquier otro día, regresó a su casa a la salida del colegio y en compañía de su hermano. Merendó, se cambió de ropa y salió... Aquel era un día muy especial para él porque uno de sus cuadros se iba a exponer en la Galería de Arte La Maison. Cien metros separaban la puerta de su casa de la marquesina que señalaba la parada del autobús, autobús que le llevaría al centro y a la galería. Se hizo de noche y no regresó a casa. Su padre, angustiado, se dirigió a la galería y a una peña. ¡El niño no estuvo allí!

Se dieron, además, circunstancias muy especiales aquel día en Málaga: Su majestad la reina doña Sofía estaba en la ciudad y un despliegue policial de uniforme y de paisano había tomado las principales calles del recorrido de la reina, entre la que se hallaba la de David. Los investigadores descartaron, por ese motivo, que el niño hubiera subido a la fuerza a un vehículo... ¿Desapareció, entonces, en la puerta de su casa? ¿Le estaban esperando?. En 1988 una pista que resultó falsa situó al chico en Portugal, y luego otra más verosímil señaló a un ciudadano suizo de setenta años... Ahí pudo haber conexión porque el hombre tenía en su casa una caricatura con signos faciales muy parecidos a los de David, pero el tema quedó en suspenso al fallecer ese sujeto en enero de 1990.

¿Huyó el adolescente por propia voluntad y jamás ha dado señales de vida? ¿Fue víctima de algún engaño? ¿Alguien le hizo creer que sería su mecenas y lo captó?
Esas preguntas no tienen todavía respuesta. Sólo está claro que David Guerrero desapareció como si se lo hubiera tragado la tierra, que nadie vio ni oyó nada, que no se presentó en La Maison para contemplar su obra expuesta, pese a lo mucho que esperó el momento y que todos los caminos que siguió la policía acabaron en callejones sin salida. Han pasado más de veinte años y no existe la más mínima señal de lo que ocurrió. “Nadie puede desparecer así” – señaló José Luis Calvo, presidente de PRODENI, una de las agrupaciones que se afanó en la búsqueda del niño –“Lo que hace diferente el caso es que no hay nada. Es una desaparición limpia, sin testigos, como si se hubiera esfumado en el aire o lo hubiera tragado la tierra...” “...Se han planteado mil hipótesis, se ha investigado cualquier pista que nos ha llegado...”
Estamos en el siglo XXI rodeados de tecnología y con recursos asombrosos y, lamentablemente, todavía existen casos de desapariciones que rayan lo inverosímil por lo inexplicables que resultan.

27 octubre 2007

25 octubre 2007

Jesús de Nazareth

Por: Pilar López Bernués
Colaboradora de Enigma900 en Barcelona, España


PERSONAJES ENIGMÁTICOS
Pocos personajes han hecho correr litros y litros de tinta, han marcado un “antes” y un “después” en la Historia y, sin embargo, son tan desconocidos como el que nos ocupa.
Ni siquiera sabemos la fecha exacta de su nacimiento, puesto que el 25 de diciembre se adoptó ante la imposibilidad de erradicar las fiestas paganas que celebraban el equinoccio y el cambio de año.

No pretendo en este artículo cuestionar la fe de los creyentes, pero sí me gustaría hacer algunas anotaciones puntuales para aquellos lectores interesados en investigar por su cuenta y saber más acerca de ese ser fascinante ¡no cabe duda!:

-La “mágica” concepción de Jesús tiene similitudes con la leyenda egipcia de los dioses Isis, Osiris y Horus.
-Juan Bautista también nació en circunstancias extrañas: Su madre era estéril.
-Si leemos la Biblia, resulta que intervenciones de “ángeles”, “dioses” o lo que fueran eran relativamente corrientes, o al menos conocidas y aceptadas.
-Se escribieron números evangelios pero la Iglesia sólo aceptó cuatro como verdaderos y desacreditó el resto ¿En qué se basó?
-En el mejor de los casos, esos evangelios narran hechos acontecidos cuarenta años antes, pero la mayoría son posteriores.
-No todos los evangelistas llamados ortodoxos conocieron al Nazareno... ¿Qué fiabilidad tienen esas crónicas escritas mucho después y no recogidas in situ?
-Es sabido que entre los judíos el celibato no era una virtud sino todo lo contrario ¿No sería lógico pensar que Jesús estuviera casado?
-Los evangelistas apartan a las mujeres y las sitúan en puestos secundarios, sin embargo, ellas fueron las que estuvieron presentes en sus momentos clave y María Magdalena, concretamente, aparece en todos ellos.
-No hay fundamento histórico para “tachar” de prostituta a Magdalena ¿Una manipulación para apartarla y confeccionar un mito?
-¿Por qué la mayor parte de la vida del Nazareno es completamente desconocida?

-El tiempo que Cristo estuvo en la cruz fue relativamente corto (en ocasiones el reo agonizaba durante días), no le quebraron las piernas, de modo que no se asfixió, y la herida del costado no atravesó el corazón sino la pleura, por eso salió agua... ¿Estaba realmente muerto?
Las preguntas y cuestiones serían infinitas e ignorarlas no conduce absolutamente a nada. Si nos centramos en descubrimientos e investigaciones de los últimos años (me refiero a investigaciones serias no a best-sellers novelados) tenemos que en el sur de Francia existió un importante asentamiento judío, que hay allí infinidad de iglesias dedicadas a María Magdalena ¿?.

Hay autores que opinan que Jesús y María Magdalena eran esposos y que ella, en concreto, huyó al sur de Francia en compañía de otros muchos judíos. Otros estudiosos han aplicado la geometría a algunos de los manuscritos hallados por Saunière y palabras como SION aparecen; otros más, incluso, dicen que allí están las claves para encontrar la tumba de Jesús, que bien pudo haber sobrevivido y huído o tal vez sólo fue transportado su cuerpo por sus seguidores... Por el momento, todo son incógnitas.

Lo que sí parece claro es que en algún momento se tendrá que rescribir la Historia en General y la Historia Sagrada en particular. La fe está muy bien, pero está mucho mejor y es más positiva cuando va unida al conocimiento. Todo lo que ha llegado a nosotros parte de unos escritos dudosos, traducidos y vueltos a traducir, censurados y aprobados o no por la Iglesia, que parece poseer todos los derechos sobre la vida y obra de Jesús. En pleno siglo XXI nadie debería pensar por los demás y decidir qué puede conocer el resto del mundo. Tenemos mente para pensar ¿no? ¡Pues pensemos por nosotros mismos!

24 octubre 2007

Los Extraterrestres de Hopkinsville, Kentucky

Por: Rafael Oseguera Reyes


ENCUENTROS CERCANOS
En una vieja granja de la aldea Kelly, perteneciente al poblado de Hopkinsville en Kentucky se vivió uno de los más aterrorizantes encuentros con seres aparentemente extraterrestres todo esto en el año de 1955. La pesadilla inicio cuando Billy Ray Taylor se encontraba de visita en la granja de sus amigos la familia Sutton.


En una noche Taylor sintió muchísima sed, puesto que el agua se había agotado decidió dirigirse con una cubeta al pozo de agua mas cercano, en ese momento y en la inmensidad de la noche vio un enorme aparato sobrevolando los terrenos de la familia Sutton, este extraño artefacto emanaba una extraña luminosidad, la cual parecía tener todos los colores del arcoiris, helado camino hacia atrás y emprendió velozmente la huida cuando vio a este “Platillo Volador”, detenerse en los sembradíos a unos 400 metros de distancia de el.


Excitado relata a sus amigos lo que acaba de observar, los Sutton se burlaron de el creyeron que estaba bromeando, cuando en ese momento escuchan los fuertes alaridos de terror de su perro, inmediatamente Lucky Sutton y Billy Ray Taylor, tomaron unas escopetas y salieron a investigar, cortando la obscuridad de la noche percibieron una masa luminosa indefinida que se acercaba amenazadoramente a ellos, logrando percibir a unos terroríficos seres grisáceos, de una corta estatura, grandes orejas y unas manos que terminaban en unas poderosas garras, aterrados abrieron fuego contra estos humanoides, los cuales corriendo se escabulleron en los matorrales, al igual que estos seres Lucky y Taylor corrieron a la casa a esconderse, fue en ese momento que apreciaron a uno de estos seres asomándose por la ventana, un fuerte disparo de escopeta destruyo la ventana acertando en el extraño ser. De esta manera salieron rápidamente para corroborar su acertado disparo, la sorpresa era mayúscula, no había nada.



En ese momento uno de estos seres que se encontraba en el techo jalo de los cabellos a Taylor lo que ocasiono los gritos de terror y los disparos hacia este extraño ser, el cual cayo suavemente al piso y posteriormente se levanto escondiéndose rápidamente entre la maleza. Ahí estaban los Sutton y Billy Ray Taylor en la inmensidad de la noche rodeados de estos extraños “duendes”, paralizados de terror en el interior de su vivienda pasaron largo tiempo en el cual eran asediados por estas criaturas, las cuales se asomaban por la ventana y los observaban fijamente, todo esto seguido de disparos y gritos de terror, para esto la casa de los Sutton se encontraba completamente destruida por las descargas recibidas por los Sutton.



Cuando pudieron reponerse un poco del terror y del evento escaparon rápidamente hacia la comisaría. De esta manera el Sheriff Rusell Greenwell, acompañado de alguno de sus hombres escépticamente inspeccionaron el lugar sin encontrar la mas mínima evidencia, lo único cierto eran los boquetes en las paredes y los vidrios destruidos a causa de los disparos de escopeta que destrozaron el lugar, eran ya las 2:15 a.m., cuando los oficiales de policía decidieron retirarse.


Pero la pesadilla no termino ahí ya que estos seres pareciera estuvieron esperando la huida de la policía para volver a arremeter ante la atemorizada familia, de esta manera continuo la misma historia hasta que los extraños seres desparecieron con el amanecer.


Al día siguiente todo el condado conocía ya la historia, la prensa no hacia otra cosa más que hablar de eso e inclusive fueron entrevistados por la emisora de radio local WHOP. Con el paso del tiempo el caso fue quedando en el olvido y los escépticos le atribuyeron estos sucesos a “changos de algún circo” o “lechuzas”, increíble pero cierto, me pregunto una cosa ¿no creo que gente que vive y trabaja en el campo no conozca una lechuza? Otra mas, no sabia que los “changos” fueran inmunes a las balas, cabe hacer mención el circo, no se si reírme o llorar por ellos en fin suele suceder con los escépticos, no hay quien les gane.

Escúchanos todos los viernes en la Tercera Temporada de Enigma 900… ¡Apaga la luz y atrévete a escucharnos!

20:00 / APSON & JRZ - 21:00 / CDMX
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23 octubre 2007

Video de Ovni Chihuahua

Por: Elías Marín
UFOLOGIA / EVIDENCIEAS EN VIDEO
Pues aquí les dejo la evidencia en video de 2 objetos esféricos que logre grabar ahora después de mediodía. En el primer video el objeto estaba muy cerca del sol por lo que tenía que poner mi mano para tapar los brillos luminosos que no permitían ver el objeto. Como la cámara trae autoenfoque, esto hacia ver al objeto borroso porque la cámara enfocaba a mi brazo y no al objeto que estaba a lo lejos. El segundo objeto estaba abajo del sol, y después se desplaza hacia el suroeste de la ciudad, perdiéndose de mi vista.
Muchas de las esferas grabadas en Cd. Chihuahua, aparecen cerca del sol, como si usaran a este astro como medio para permanecer desapercibidos de la vista de los chihuahuenses.

Video 1 – HORA: 2:15pm Fecha: 23 de Octubre del 2007-08-26


Video 2 – HORA: 3:00pm Fecha: 23 de Octubre del 2007-08-26


15 octubre 2007

Pacífica: El Supercontinente Desaparecido

Investigación y Adaptación: Edwin Moller
Dibujo: Luís Chávez Peón
Colaboración: Adán y Jesús Beltrán
Síntesis y Resumen: Rafael Oseguera Reyes


MISTERIOS INEXPLICABLES
EDITORIAL
Las hipótesis de los continentes perdidos han apasionado desde hace siglos a filósofos y estudiosos de otras disciplinas; primordialmente a las relacionadas con la Geología y la Arqueología, probablemente desde que Platón hablo de la fabulosa Atlántida. Para muchos las ciudades y tierras legendarias resultaba únicamente un mito, hasta que un alemán aficionado a la arqueología descubrió la ciudad de Troya.
De entonces para acá, se comenzaron a tomar en serio los relatos que hablan de ciudades sumergidas en el mar o grandes masas terrestres desaparecidas en las profundidades de los océanos por la fuerza de tremendos cataclismos. La Atlántida parece llevarse las palmas de la popularidad.
Pero existe una incógnita que no por haber sido opacada por el sensacionalismo de otros continentes desparecidos, deja de ser inquietante. ¿Existió un continente en lo que hoy es el Océano Pacifico? Las leyendas de los pueblos de los mares del sur se refieren a el y sus últimos vestigios serian precisamente algunos archipiélagos de Oceanía.
¿Debe el Océano Pacífico su nombre a este continente que casualmente se conoce como Pacífica?, ¿Fue hace milenios una base de naves interespaciales de acuerdo con extraños vestigios encontrados, por ejemplo en Nueva Caledonia?
Amable lector, lo invitamos a participar en la fascinante investigación sobre la verdad del continente donde desembarcaron los dioses.
Atte.
Guillermo Mendizábal Lizalde
Editor

¿Qué ocurrió en el Océano Pacifico antes de los albores de la humanidad?, responder con certeza a esta interrogante seria resolver uno de los capítulos menos conocidos de la Prehistoria, aquel que explica el origen y destrucción de los continentes. Por eso, resulta de lo mas interesante considerar una antiquísima leyenda que relata la llegada de una raza de los cielos a Ponape, en las Islas Carolinas.
* Ponape es un archipiélago del Pacifico Oriental, dependiente de los EUA.
Según la leyenda de los nativos más viejos de estas tierras cuentan sobre esta raza venida de los cielos:


– “Eran muy parecidos a nosotros, pero con su tez mas blanca y no hablaban nuestro idioma. Arribaron en grandes navíos plateados en alas del viento”.
– “Nuestros botes navegaron por las aguas junto con los de ellos, y así nuestro pueblo se torno invencible. Ningún enemigo pudo derrotar a nuestros abuelos”.
– “Ellos eran muy sabios, capaces de muchos conocimientos, y nos enseñaron a realizar hechos extraños y milagrosos. Ellos nos ayudaron a construir nuestro imperio en La Gran Isla”.

– “Pero llego el día en que nuestro hogar fue sacudido por una tormenta inimaginable que hizo temblar la tierra y oscurecerse el cielo…era el fin. Solo bastaron unas horas para que los soberbios edificios fueran arrasados. Nuestras islas florecientes se perdieron junto con todos sus habitantes y la gran isla…”.
– “La Gran Isla fue devorada por el mar. Nuestras razas perecieron para siempre. Solo unos cuantos se salvaron entre ellos los hermanos superiores…”.

– “Ellos quisieron reconstruir nuestro imperio, pero solo quedaban unas cuantas islas en medio de la inmensidad del mar, y nuestro menguado pueblo ya no tuvo fuerzas para hacerlo”.

– “Desalentados los hermanos superiores regresaron a su hogar de las estrellas, abandonando a nuestros abuelos a su suerte. Nada volvió a ser como antes”.
¿Se trata solo de una leyenda mas o en su esencia guarda algo de verdad, por increíble que esta pueda parecernos?, una cultura tan avanzada como la que menciona la leyenda, desarrollada al abrigo de maestros superiores, necesariamente debió dejar tras de si huellas de su ciencia madura y de su técnica religiosa, aun a despecho de la catástrofe citada.
Las soberbia ruinas de Nan Madol, en la propia Isla Ponape, allí se oculta una monumental ciudadela y uno de los mayores misterios arqueológicos del mundo, no solo por su perfección arquitectónica, sino por el gran esfuerzo que debió exigir la construcción de mas de 80 edificaciones e incontables canales, muelles y monumentos, consumió combinadamente mas de 400,000 bloques de basalto azul.

¿Podría una cultura tan atrasada como la de los polinesios que habitan actualmente estas islas disponer de la tecnología necesaria para extraer, manipular, tallar y encuadrar tal numero de bloques?
La interrogante cobra mayor fuerza si recordamos que la cantera de basalto mas cercana dista no menos de 400 kilómetros de Nan Madol, y cada una de las columnas pesa en promedio unas 20 toneladas.
Tales interrogantes permanecen sin respuesta por lo menos desde principios del siglo XX, cuando los arqueólogos Paul Hambruch y Jean Dorsenne, independientemente comenzaron a estudiar las islas.
Hambruch maravillado y confuso, cerró su docta investigación con numerosos signos de interrogación y Dorsenne, por su parte escribió en su diario…
- “Nan Madol, parece una ciudad hecha para los mismos dioses. Su antigüedad es tal, que no me atrevo a calculársela y sus imponentes edificios construidos con bloques de basalto hacen de ella una nueva Venecia, pero en una escala mas grande y mucho mas perfecta.”

Pero esta inexplicable maestría no solo nos lleva a preguntarnos acerca de la participación que tuvieron en esta magna obra los hermanos superiores, sino también sobre la naturaleza del fenómeno que puso fin a tan poderoso imperio. ¿Fue un desastre natural?, ¿Existen evidencias que apoyen a la tradición?...hasta hace poco la respuesta hubiera sido un “no” pero las investigaciones mas recientes y autorizadas no nos dejan mas remedio que reconsiderar todo escepticismo inicial, en las ultimas décadas la actividad volcánica, los movimientos sísmicos y otros fenómenos geofísicos han ido en aumento, y toda esa actividad no ha hecho sino que venir a apoyar las teorías que sostienen que la corteza terrestre esta en constante transformación. Y que parte de esa transformación, que ha dado al planeta su aspecto actual, se esta operando ahora mismo, para dar paso a una nueva era geológica. Solo que estos cambios geológicos no son nuevos, y a ellos no solo puede deberse la desaparición de la Atlántida, sino el catastrófico hundimiento de la gran isla que menciona la leyenda de las carolinas, solo que, ¿Qué era exactamente esta gran isla?, ¿Existió realmente algo así en el Océano Pacifico en tiempos inmemoriales?

En la actualidad sabemos que la corteza de la tierra esta compuesta por planchas de roca sólida, y que estas descansan en un material que se mantiene semilíquido y a altas temperaturas. Estas mismas planchas pueden tener el tamaño de continentes, de hecho algunas son mucho mayores, pero su enorme masa no impide que sean empujadas horizontalmente a causa de la fuerte presión ejercida por las rocas fundidas que escapan a trabes de fisuras en el fondo de ambos océanos. ¿Y todo este encadenamiento de fenómenos a donde conduce?

Esta es, palabras de mas, palabras de menos, como la ciencia actual explica la deriva continental, es decir, el hecho de que los continentes se muevan, apartándose unos de otros a un ritmo lento pero constante. La teoría no es nueva se remonta a 1910 cuando el geofísico alemán Alfred Wegener reparo en la similitud del contorno de la costa este de Sudamérica con la costa oeste de África.

Wegener razono que Sudamérica y África, no debían ser mas que dos de las piezas de un monumental rompecabezas y se dio a la tarea de reunir las piezas y armarlo, después de largos razonamientos e infatigables investigaciones que lo llevaron por los 4 puntos cardinales, Wegener, concluyo que hace por lo menos 325 millones de años no había continentes, sino una sola masa de tierra emergida de las aguas a la que llamo Pangea o madre universal de los continentes.


La cual, merced a las fuerza ya descritas, comenzó a expandirse, y 125 millones de años después había dado origen a dos bloques o subcontinentes, Laurasia y Gondwanalandia, y a lo largo de los subsiguientes periodos geológicos, las dos piezas originales del rompecabezas se convirtieron en nueve, al irse moldeando la forma de los continentes actuales.
Otro efecto muy importante ocurre cuando una plancha oceánica delgada choca con una gruesa plancha continental, ya que su borde desciende incontables kilómetros y el mar de fuego sobre el que flotan cede, produciéndose así el hundimiento de la plancha continental. ¿Fue así como desaparecieron para siempre la Atlántida y Pacifica?

La idea de un continente perdido recientemente ha dado lugar a una serie de estudios magnéticos que indican que parte de la plancha del pacifico se encontraba emergida sobre las aguas hace unos 225 o 250 millones de años, y cuya única huella fácilmente discernible serian las numerosas islas y archipiélagos diseminados en el pacifico sur. En este punto, la teoría de los geólogos modernos se hermana con las tradiciones orales de los pueblos polinesios que habitan en dichos territorios… ¿era la gran isla y la que los geólogos llaman masa pacifica una sola y la misma? La teoría se ajusta también a los descubrimientos de numerosos biólogos que las antiguas especies de plantas y animales que luego se generalizaron a ambos lados de los océanos existieron alguna vez concentrados dentro de ciertos límites.

La existencia pretérita de la masa pacifica ha tomado forma directamente de los estudios de dos geólogos, Amos Nur y Zui Ben Abraham, quienes le llamaron pacifica para subrayar su posición prominente en la historia geológica del Océano Pacifico., quienes afirman que hasta ahora la única manera de explicar la aparición de la Cordillera de los Andes y de otras formas montañosas semejantes, es postulando la existencia de otro continente tal vez tan grande como la Australia actual. En efecto, se ha comprobado que unos 250 millones de años atrás, gran parte del macizo andino, especialmente lo que hoy es Perú, Bolivia y Chile, estuvo sepultado bajo las aguas del Océano Pacifico. Las hoy nevadas cumbres, antes fueron montañas submarinas, en donde aun pueden encontrarse fósiles marinos. A juicio de Amos Nur y Zui Ben Abraham, pacifica se fue desintegrando bajo la presión de las fuerzas inimaginables que moldean constantemente a las costra terrestre., la cual finalmente no pudo resistir el cataclismo que hizo emerger a la cordillera andina, y se hundió, dejando atrás incontables archipiélagos en los mares del sur.

La teoría sobre la existencia de Pacifica aun no ha encontrado confirmación absoluta. Pero resulta doblemente importante, por que viene a dar nueva vigencia a las tradiciones polinesias, y también porque necesariamente da un sesgo sensacional a todo el relato. Hasta aquí un hecho resulta innegable: los polinesios saben que en un remoto pasado una gran isla se hundió irremediablemente… ¿Cómo lograron saberlo?
Los fenómenos geofísicos que culminaron con la desaparición de pacifica, tuvieron lugar hace unos 250 millones de años, cuando aun no existían hombres sobre la faz de la tierra. ¿O tal vez si, recordemos las misteriosas figurillas de Acambaro?
¿O fueron los hermanos superiores, los que vinieron de las estrellas, quienes presenciaron el cataclismo, y su descripción llega hasta nosotros veladamente a través de los nativos?

El misterio se ahonda aun mas con el descubrimiento, en esa misma área, de incontables cilindros de cemento cuyo origen no natural parece delatar que fueron hechos por una cultura muy avanzada. Estas columnas, que contienen un exagerado porcentaje de hierro y cuarzo, cuya antigüedad sobrepasa los 10,000 años, han sido halladas, siempre en pocision vertical, en Nueva Caledonia, La Isla Pinos, en Paita y en Las Marianas. ¿Qué prodigiosa técnica las desarrollo y que fin les daba?
Lo primero que observo el descubridor de las columnas, y arqueólogo de Nueva Caledonia, Maurice Chevalier, fue que estas alcanzan hasta 30 metros de altura y dos o tres metros de diámetro, se conservaban casi todas en pocision vertical, y habían sido expuestas a temperaturas muy altas: todo ello difícil de explicar.

Quizás sea un poco audaz, pero ¿no podrían haber sido utilizadas como rampas de lanzamiento de los módulos espaciales de los hermanos superiores?, ¿se trata realmente de un caso mas de vestigios de vuelos extraterrestres en los albores de la humanidad?, quizás las respuestas a estas preguntas se hayan perdido para siempre en el mar junto con Pacifica.
Fuente:
Revista Duda
Año XI No.467
11 Junio de 1980
Editorial PosadaMéxico ®

14 octubre 2007

EL MONSTRUO DE TECOLUTLA


Autor: Luis Ruiz Noguez
CRIPTOZOOLOGÍA
Fue a finales de 1972 cuando escuché por primera vez la historia del “Monstruo de Tecolutla”. Por aquellos años se transmitía un programa de radio pionero en los temas paranormales. El nombre del programa escapa a mi memoria, pero la estación era Radio Capital. La música de rock progresivo era el pretexto o telón de fondo para presentar casos de avistamientos OVNI, casas encantadas, fenómenos forteanos o animales desconocidos.

Como ambas cosas me interesaban (el rock y los fenómenos paranormales), no era raro que todos los sábados para amanecer domingo (23.00 a 02.00 horas) me acomodara para escuchar la radio. Grupos tan conocidos como “Emerson, Lake and Palmer”, “Yes”, “Pink Floyd”, “Jethro Tull”, se mezclaban con otros que no lo eran tanto, o que luego se harían famosos, como “Brian Eno”, “Capitan Beefhearth”, “Kraftwerk” y otros. Indudablemente ese programa influiría en mis gustos musicales y paranormales.

Pues bien, un día al lado de esos monstruos del rock aparecería otro monstruo, pero esta vez marino. En la cabina se recibió la llamada de un nativo del pueblo pesquero de Tecolutla, Veracruz (México). Recientemente había cambiado su residencia a la ciudad de México. Tenía gustos similares a los míos, por lo que pronto se encontró escuchando la misma estación de radio. Hablaba para informar la aparición de un monstruo en las playas de Tecolutla. Daba la descripción del animal: enorme, como una serpiente, de color oscuro. El cuerpo estaba parcialmente mutilado, descarnado por los tiburones. No se parecía a nada conocido. No había animal que presentara sus características… por lo menos actualmente. El testigo informaba que o se trataba de una enorme serpiente marina o era un animal emparentado con el monstruo de Lago Ness, del que se había hablado en otro programa.


Poco más fue lo que se dijo. Por lo menos eso es lo que recuerdo. Lo único claro es que el programa originó una anotación en mis cuadernos de notas. En el futuro, a la primera oportunidad, iría a Tecolutla para recabar más información. Pero esa oportunidad se presentaría hasta 25 años después.

ENTRE CRIPTOZOÓLOGOS Y FORTEANOS
Mientras tanto leí varias descripciones del monstruo. La mayoría, si no todas, provenían del extranjero. Ni siquiera la revista “Duda” se ocupó del asunto. Creo que Tomás Doreste sí lo hizo en alguno de sus libros, pero no he encontrado la referencia. Pero, por otra parte, la Sociedad Forteana, en el número 71 de su “INFO Journal”, al lado de artículos como “El tesoro de la Isla Oak”, “OVNIS soviéticos” y el “Bigfoot granuja”, publicó el primer artículo sobre el monstruo de Tecolutla.

Luego algún otro criptozoólogo, como Mark Chrovinsky, escribiría algunas notas sobre el asunto para “Fate”. Chrovinsky, a grandes rasgos decía:

“Treinta y cinco toneladas de algo se encontraron en la playa de Tecoluta en marzo de 1969 y, fuera lo que fuese, ciertamente recibió mucha publicidad. La extraña carcasa con cuerpo parecido al de una serpiente fue cubierta con una gruesa armadura. Un hueso de unos tres metros de largo, que algunos dijeron era un colmillo, y que se estimó que pesaba una tonelada, salía de su cabeza. Según el cable de la UPI, los biólogos pensaban que era un narval, los cuales tienen un gran cuerno, pero luego de ver la carcasa ‘no pudieron decir a qué tipo de animal pertenecía’. La prensa internacional reportó que era un monstruo prehistórico lo que había encallado en Tecolutla".

Una comisión de siete científicos reportaron en abril de 1969 que el monstruo era una ballena rorcual, conocida como ballena aleta dorsal. El monstruo de Tecoluta pudo haber sido una ballena, en lugar de un dinosaurio, pero eso no detuvo la llegada de muchos curiosos de todo el mundo. Los científicos insistieron en enterrar la criatura, que se descomponía rápidamente, ya que dijeron que no se podía sacar ninguna lección de esto. Después de una gran batalla política, el alcalde de Tecolutla se negó a enterrarla y la mantuvo como atracción turística, a pesar del fétido olor. Los científicos estuvieron satisfechos con la explicación que, curiosamente, no coincide con el enorme cuerno de una tonelada.

Aparte del error en el nombre, no había nada nuevo en la historia desde que fue contada por los forteanos. Otro criptozoólogo, que se identifica como “Megaraptor”, creyó encontrar la identidad del monstruo de Tecolutla. Según él, se trata del “caballo de mar” descrito por Bernard Heuvelmans en 1965, y que fuera visto por Olaus Magnus en 1555.

Heuvelmans da por hecho la existencia de una nueva especie de monstruo marino. Lo describe y adelanta una taxonomía: Clase: Mammalia; Orden: Carnivora; Suborden: Pinnipedia; Familia: Halshippidae (nueva familia); Género/Especie: Halshippus olaimagni.
Según Heuvelmans, el caballo de mar es la misma especie de la serpiente de mar cadborosaurus willisi. Afirma que se han capturado algunos individuos, incluso uno dentro de la panza de una ballena de esperma (cachalote).

Todavía más, dice que se capturaron dos bebés cadborosauros. Su cuerpo estaba cubierto con pelos. La descripción del halshippus olaimagni (el caballo de mar de Olaus Magnus) dada por Heuvelmans es la siguiente:


“Es un animal alargado, con forma de serpiente, cuya cabeza parece la de un caballo o camello, pero mucho más ancha, con una forma de diamante (si se la mira desde el frente). De enormes ojos negros, de tonalidades rojizas o verdosas, según el ángulo de la luz. La boca es ancha, con labios ligeramente coloridos. En la nuca crece una especie de cabellera y con algunos pelos sobre la cara que, incluso, llegan a formar un bigote. La cola es una especie de aleta que se bifurca. La piel es muy suave y brillante, de un color que va de café oscuro o gris acero hasta negro. La longitud varía de diez a 30 metros”.

Megaraptor dice que el monstruo de Tecolutla (sic)

“alcanzó una longitud de 27 metros. El cuerpo era largo y estaba cubierto con una armadura. La cola era bilocada, como la de las ballenas. Su color era negro, con una raya blanca (…) La cabeza tenía un cuerno en su extremo, que pesaba una tonelada. La boca tenía dientes de cuatro centímetros (…) Otra carcasa parecida fue encontrada en el Golfo de Fonseca, en San Salvador, en 1928”.

Esto es poco más o menos lo que se sabe del monstruo de Tecolutla, vía la criptozoología. Veamos ahora lo que hay detrás del mito.

FRENTE A FRENTE CON EL MONSTRUO
Mi primera visita a Tecolutla se dio en el marco de un estudio de corrosión para la Refinería de Poza Rica, en 1997. Aprovechando la ocasión visité, cómo no, El Tajín, Papantla y sus “voladores”, y finalmente Tecolutla. No tuve mucho éxito, pues ni siquiera supe de la existencia del Museo Marino de Tecolutla, en donde se guardan los restos del animal, porque en ese entonces se encontraba cerrado. Los viajes por los esteros, la contemplación de la fauna (viva), los bikinis, el rafting y otras actividades, distrajeron mi atención del motivo principal de mi visita. Las respuestas tendrían que aguardar otros años.

He viajado a Tecolutla en seis ocasiones. Poco a poco he ido rescatando los retazos que quedan de aquella historia. Las nuevas generaciones no conocen, ni les importa, la historia del monstruo. Los testigos, en su mayoría, han emigrado o ya están muertos. Son pocos los registros escritos, y mucho menos los fotográficos.

En una de estas visitas ubiqué el Museo Marino de Tecolutla (dirección: Carlos Prieto, esquina Miguel Hidalgo; teléfono: (784) 600 03 602 42; horario: 8 a 14; 15 a 20 horas, todos los días, excepto los martes). Fue reinaugurado el 21 de noviembre de 1997. En él se exhiben diversos especímenes, vivos y muertos, de la fauna local. La estrella (para mí) es el cráneo del monstruo de Tecolutla.


Ni en mis sueños más locos me imaginé estar frente al cráneo de un monstruo, pero ahí estaba. Una enorme masa de huesos que muestran el cráneo y el maxilar superior. ¿Pero las fantasías pueden encarnar, o por lo menos tomar, huesos a falta de carne? Ahí frente mío estaban esos restos de algo que se describió como monstruo marino. Los criptozoólogos y los forteanos tenían razón, después de todo.

Bueno, tal vez los OVNIS no sean extraterrestres, pero de que hay monstruos marinos, los hay. Esos huesos eran la prueba… y también eran el origen de un enorme malestar de este escéptico recalcitrante. Ningún vendedor de fantasías me lo estaba contando. Ahí estaba yo viéndolo, viviéndolo, sufriéndolo. Lo peor de todo es que no tenía argumentos para negarlo: no era una mala identificación de Venus; no era un fraude maussanesco; no eran los pisos carcomidos de la casa de la colonia Condesa que sonaban como raps; no era el chupacabras, hijo del Frankestein periodístico, que había ayudado a enterrar en México. No. Ahí estaba el auténtico, imborrable, no soslayable, monstruo tecolutleño.


Respuestas. Eso era lo que necesitaba de inmediato. Y como algún vendedor español de fantasías decía, la suerte no existe, alguien superior guía nuestros pasos. En este caso ese ser superior, me hizo voltear la vista y observar una serie de dibujos que describían la historia del monstruo.


Las pinturas, de una fuerte carga naif, mostraban e informaban que una ballena, para más señas una rorcual, era lo que había encallado en Tecolutla en 1968. Bueno, si esos dibujos lo decían, así debería ser. Sólo que yo no soy zoólogo marino y mis conocimientos en biología son más que rudimentarios. Yo no podría decir si el cráneo y el maxilar pertenecían a una ballena o a un monstruo marino. Lo mejor era investigar más. Dos eran las vertientes que se podían seguir: localizar a testigos presenciales del avistamiento; e investigar sobre los huesos de las ballenas.


HABLANDO CON LOS TESTIGOS
En otras ocasiones había intentado localizar a cualquier persona que hubiese visto al animal. No había tenido éxito. No existen periódicos locales en Tecolutla. Es Poza Rica la ciudad que cubre esta función, pero en La Opinión no conocían del asunto, y lo que es peor, no habían guardado los ejemplares de aquellos años: el servicio de hemeroteca es muy rudimentario. Por aquí no pude llegar a nada.

En el Palacio Municipal tampoco sabían del “monstruo”. Hasta que mencioné el cráneo de la ballena que se encontraba en el Museo Marítimo, alguien me dijo que contactara con “Capricho”. Este personaje parece ser una especie de cronista del pueblo. Tiene un humilde restaurante con un quiosco de revistas. La mujer que me atendió (¿su esposa?) no quiso soltar prenda (“¿Quién será este fuereño entrometido que viene a preguntar por Capricho?”). La suspicacia de la señora me impidió conocer si “Capricho” es su nombre o su apodo; si es fotógrafo; si trabaja para La Opinión; si ella es su esposa…

Lo único que supe es que “Capricho” trabaja en Poza Rica, sospecho que como fotógrafo para La Opinión; que va y viene todos los días a su trabajo; que tenía fotografías del “monstruo” (¿obtenidas por él mismo?), pero que todo ese material se perdió en la inundación.


El que guía mis pasos parece que me había abandonado. Pero pronto tendría un reencuentro con él. En el mismo Palacio Municipal me informaron de la existencia de otro testigo: un pescador de nombre Alejandro Salas Pérez. “Lo puede encontrar en el embarcadero. Allá trabaja y ahí tiene su casa”, me dijeron. Y hacía ahí dirigí mis pasos.

Don Alejandro es un hombre sencillo de mar. Curtido por cincuenta y tantos años de recibir la brisa marina y los rayos del Sol, se dedica, entre otras cosas, a hacer paseos con los turistas hacia los esteros y manglares. Fue él mismo quien pintó los cuadros que se encuentran en el museo.

Él fue testigo del izamiento del monstruo. El animal quedó varado no en el pueblo de Tecolutla, como todos dicen, sino a unos diez kilómetros al sur, en un lugar llamado La Vigueta, perteneciente al mismo municipio.

“Fue el 18 ó 19 de marzo de 1968 –empieza por contarnos don Alejandro–. Yo estaba a punto de ir a Poza Rica cuando nos dijeron que habían encontrado ese animal en la playa de La Vigueta, cerca de Casitas y Flores Magón”.
Sin embargo, en los carteles que sirven como “pie de foto” para las pinturas del museo, se menciona que fue el 14 de marzo. Se dice que parecía una “lancha volteada”, que se había avistado a las 6:00 a.m.

“Era un animal enorme. No tenía forma de ballena, parecía un gusano gigante. Algunos confundieron las aletas y dijeron que eran cuernos. La cabeza estaba semidescarnada: las fibras colgaban como pelos de gusano (sic), como una melena”.


POR LAS BARBAS DE NEPTUNO Y LOS PELOS DEL MONSTRUO DE TECOLUTLA
 ¿Una melena? ¿Pelos de gusano? Un momento. ¿Acaso no es la misma descripción que dio Heuvelmans de los bebés cadborosauros? ¿Y la melena que crece en la nuca del halshippus olaimagni? El “monstruo” encontrado por un barco japonés en aguas de Nueva Zelanda también muestra esos “pelos”. No tengo idea de lo que sean esos “pelos”. Esto es parte de una posterior investigación en la que me deberé involucrar con algún zoólogo marino. Pero no hay duda de que tenemos frente a nosotros el mismo fenómeno, y que don Alejandro no miente y estuvo ante al famoso monstruo.

Según los testigos, se le veían algunos huesos y jirones de carne. No se le podía identificar y se pensó que se trataba de algún dinosaurio. Hacia las 14 horas, al bajar la marea, se pudo acceder al animal. La gente pensaba que podrían obtener mucho dinero con el “marfil de los huesos”, por lo que comenzaron a destazarlo sobre la playa. Probablemente aquí fue cuando se perdió el maxilar inferior, el famoso cuerno o colmillo del que habla la leyenda y los criptozoólogos, mismo que haría que algunos lo identificaran con un narval.

Los cortes hechos por los pescadores, junto a las mordidas de los tiburones, convirtieron los jirones de carne en fibras colgantes, que le daban su extraño aspecto de gusano peludo, dificultando aún más su identificación.

“Se decidió pedir ayuda a PEMEX –continúa Don Alejandro–, para traer la carcasa hasta Tecolutla. Se utilizó un trailer con plataforma de 15 metros. El animal fue levantado con una grúa. Finalmente fue colocado en la playa, frente al faro”.

El cuerpo del animal fue llevado a Tecolutla el día 16 de marzo, cuando obviamente la pestilencia era enorme. Ahí se sacaron fotografías, pero en ellas es imposible identificar al animal debido a los ataques de los escualos, los destrozos de los humanos y el tiempo que había pasado.

FUENTE: Fundación Anomalía

11 octubre 2007

Galeria OVNI

Enero 2007 - GreenBay WisconsinUSA

















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Enero 8 , 2006 -
Zdany, Polonia


















Noviembre 26, 2006 - Alagamar, Brazil

















Marzo 28, 1992 - Brunchillii, N. Australia
















Fecha y lugar desconocidos


















1998 - Karagol near Izmir, Turkey

















Julio 18, 2001 - Col de Vance, Francia

















Agosto 16 2005 Inglaterra Wiltshire Aveburys

















Abril 2007 - California USA